lunes, 26 de febrero de 2007

Crisis......o lo que es lo mismo κρίσις

Desde hace varios días me ronda la palabra Crisis que proviene del Latino, Crisis y este a su vez del griego: κρίσις.

Crisis en las relaciones interpersonales, crisis en la pareja, crisis en el trabajo, crisis en el Medio Oriente, crisis por el cambio climático, crisis por los 30, crisis económica, crisis en el colesterol, crisis en la espalda, crisis de valores, crisis energética. crisis y mas y mas crisis.

Para enterarnos un poco de que es tanta crisis, según la real academia de la Lengua Española Crisis entre otras cosas es:

1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.
5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
6. f. Escasez, carestía.
7. f. Situación dificultosa o complicada.
~ ministerial.
1. f. Situación en que se encuentra un ministerio desde el momento en que uno o varios de sus individuos han presentado la dimisión de sus cargos, hasta aquel en que se nombran las personas que han de sustituirlos.

Pues bien ante las definiciones de la palabra en cuestión y teniendo en cuenta algunas de las crisis que me acaecen, o que según los estilos de vida actuales quieren que nos acaezcan, creo que lo más importe es el temple y las capacidades o recursos con los que se cuente para superar, asimilar o terminar "refiriéndome siempre" a la etapa conflictiva en cuestión.
Hablar de una crisis (real o imaginaria: en este aspecto a niveles individuales en muchos casos es mas una percepción errada) y de las situaciones concomitantes que la embarullan dicen los que saben, por decir algo, es lo recomendable, adecuado. lo bueno e ideal.
La asimilación de los derroteros y de los indicadores del momento conflictivo, en donde el yo, tira de su propios recursos, como por ejemplo la estabilidad y madurez emocional, la misma también por supuesto es ideal, en el momento en el que nos damos cuenta de lo vulnerables que somos o que estamos viviendo esa circunstancia y en el momento en que nos damos cuenta que debemos enfrentar esa situación y dejar de esquivar y rodear al miedo que nos produce el desenlace de la crisis; es decir el miedo al cambio.

¿Simple crisis o dramatización de la situación?... En este aspecto, que me recuerda eso de hablar de la crisis, se puede incurrir, consciente o inconscintemente en la dramatización, muy a pesar de los allegados, amigos, familiares o confidentes que son los que por el afecto, aprecio, amistad, amor, interés o quien sabe Dios que les motive, se tienen que tragar, escuchar, interpretar y ayudar a analizar los pormenores de las crisis, si tras las crisis, esta nos ha dejado una perdida con su respectivos, lloros, rabietas, desconsuelos e incredulidades, nos podemos dar cuenta que no todo es negativo y podemos reflexionar (sin llegar a la obsesionarnos) de que todo no es tan negativo.

Para finalizar el vivir y superar una crisis resultaría más fácil de digerir si conjugamos en presente de la primera persona verbos tales como: Aceptar. saber, escuchar, aprender, dialogar, consensuar, compartir, dedicar, afrontar, cambiar, reflexionar, madurar, fortalecer y sobretodo responsabilizar.

Esta foto, tras una crisis de Identidad Nacional con el Chichombio-inaccesible Peñon de Gibraltar a mi espalda.

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